Zoey y Mira eran más que compañeras de grupo. Lo sabían en la forma en que se cuidaban, en los gestos que nunca fueron actuación. Pero en la industria del K-pop, no todo amor puede ser dicho en voz alta.

"Amar no estaba en el contrato. Y mucho menos amarla a ella." Mira y Zoey son idols. Compañeras de grupo. Sonrisas impecables frente a las cámaras. Gestos ensayados. Canciones perfectas. Pero detrás del brillo del escenario, hay miradas que duran demasiado. Cartas escondidas en mochilas. Roce de manos bajo luces que no lo ven todo. Y un amor que no puede existir... pero que tampoco puede apagarse. En un mundo que lo observa todo, ¿cómo se sobrevive a un sentimiento que debe vivirse en silencio?

Zoey siempre vivió bajo las reglas de su familia y su religión, donde el amor tenía forma de himnos y obediencia. Pero a los 16 años, todo cambió. Cuando Mira llegó a su escuela, con su mirada distinta y su nombre suave, Zoey encontró una conexión que nunca antes había sentido. Lo que empezó como una amistad inquebrantable se convirtió en un amor silencioso, profundo y prohibido. Entre miedos, prejuicios y una fe que la aprisionaba, Zoey lucha con lo que su corazón sabe pero que su mundo no acepta. Mira intenta ayudarla a romper las cadenas, a amarse sin culpa. Una historia de sentimientos escondidos, de despedidas sin palabras, y de un amor que, aunque no pueda ser, nunca dejará de existir.