Desde el momento en que ambos nacimos el segundero del reloj se oyó por todo el hospital. Desde el momento en que ambos nacimos la historia se involucró en nuestras vidas, tanto, que incluso, en ocasiones, nos sentíamos como Wendy y Peter. Pero no fue hasta que lo conocí en que descubrí la verdadera historia. Solo bastaba conocer a Peter Pan en persona para entender cómo había funcionado mi vida los pasados diecinueve años. Solo bastó enamorarme para comenzar a inventar millones de historias en el País de Nunca Jamás. Y pensar que, después de tantas aventuras con los Niños Perdidos, aquella fue la última vez que lo vi. A él. A Peter Pan.

Su nombre, es Shara Lee... y bueno, no había mucho más que decir de ella. Todos lo que la conocían superficialmente se sentían profundamente cautivados por ella y su hermana Susan. Pero de tan solo ver las peleas...huían, literalmente. Ellas dos eran polos totalmente opuestos. Tal vez por eso y la arrolladora personalidad de su hermana habían hecho a Shara una chica tan tranquila, que huía de los dramas y problemas. Contaba sus amigos con los dedos de una mano y... bueno, ni hablar de su pasado. Pero, al final, ¿qué decisión debía tomar? James, el hermano de su peor pesadilla. Dean, su fiel compañero del gran proyecto. Michael, su mejor amigo. Chris, el novio de su hermana. Ahora, la pregunta es, ¿qué rayos hizo Shara Lee para merecer todo eso?

Mi nombre es Nathan Andrews. Muchas persona me describirían como un chico chulo, creído, y tal vez muy seguro de mi mismo. Después de mudarme en contra de mi voluntad, cuatro chicas se cruzaron en mi camino. Pero no eran solo mujeres, eran Las Ángeles. Y ellas... eran malditamente perfectas. Pero no me rendiría tan fácilmente, lucharía por conseguir lo que quería. El bello corazón de una bella ángel.

Emma no tiene una vida de libro. No tiene un hermano mayor, no trabaja como camarera en un bar, ni tiene un chico al cual llamarle novio... Su vida no es un cliché, pero ¿nunca lo será?