Megan es la hija de uno de los mejores detectives de Nueva York, a los once años el falleció, dejándola huérfana y con deseo de justicia al no tener respuesta sobre el asesino de su padre. Crece con el deseo de darle justicia a quienes no pueden convirtiéndose en detective y criminóloga, tanto que se volvió de las mejores en su área. La solicitan para un caso sin resolver en Inglaterra, el caso pareciera no tener muchas pistas, pero ella hará lo posible por resolverlo, cueste lo que le cueste. Pero los baches en el camino no se lo dejarán fácil, haciéndola dudar de sí misma y de todos a su alrededor.