Paolo10
Introducción
El mundo se divide en dos grandes reinos: el Reino de la Luz y el Reino Oscuro. Aunque sus nombres sugieren oposición, ni la Luz ni la Oscuridad son completamente buenas o malas. Son dos caras de una misma moneda, donde ambos albergan personas nobles y también otras corruptas. Sin embargo, están condenados a enfrentarse una y otra vez, atrapados en un ciclo de conflictos por poder, diferencias de creencias y antiguos rencores.
En la capital del Reino de la Luz, Luminar, lejos de los conflictos que azotan las tierras fronterizas, creció un joven llamado Hiyuni. Huérfano desde bebé, fue criado por un sacerdote sabio y bondadoso llamado Tai, quien encontró en él un propósito. Lo que Hiyuni aún no sabe es que su sangre pertenece al Clan Kenbu, un linaje legendario del Reino de la Luz, cuyos miembros poseían unos ojos dorados especiales capaces de rivalizar con los mejores caballeros del Reino Oscuro y, en ocasiones, de vencer incluso al mismísimo Rey Oscuro.
Aquella sangre poderosa fue casi exterminada en una masacre brutal ordenada por el Rey Oscuro hace diecinueve años. Antes de desaparecer, la madre de Hiyuni confió al sacerdote Tai el cuidado de su hijo, entregándole un amuleto antiguo con la esperanza de que creciera en un entorno seguro, lejos de secretos y peligros.
Hiyuni creció sin conocer su verdadero origen, creyendo que el sacerdote Tai era su padre y único familiar. Con un espíritu fuerte y una habilidad con la espada impresionante, se convirtió en el mejor aventurero de su generación a los dieciocho años. Sin embargo, rechazó la comodidad de unirse al gremio de aventureros del Reino de la Luz, prefiriendo vagar como un espadachín errante, buscando aventuras más allá de las fronteras mientras se gana la vida como cazarrecompensas.
Ahora, con veinte años, Hiyuni lleva dos años recorriendo los caminos del reino, ajeno al destino que le aguarda.