[TERCER LIBRO SAGA AZUL] La vida siempre fue cruel, probablemente debía estar acostumbrado a sufrir, pero ¿por qué después de tantos años de felicidad, el destino y la vida volvían a conspirar para acabar con lo que tanto esfuerzo logré construir? Veía como mi vida se hacía pedazos frente a mis ojos, pero no, me negaba a rendirme, mientras la veía sonreír a su lado, supe que no podía perderla de nuevo. El sádico perverso que habitaba dentro de mí, estaba dispuesto a todo para recuperar lo que nos pertenecía, volviéndome un despiadado que destrozaría todo a su paso, sin importar las consecuencias.

[SEGUNDO LIBRO SAGA AZUL]

Las huellas de un pasado doloroso persiguen al rey Magnus Lacrontte, quien ha levantado murallas para no volver a ser lastimado o traicionado, pero aún así el destino siempre encuentra una manera de burlarse de él, dejándolo en la posición menos ventajosa según su percepción. Estar enamorado. La muerte, el primer amor, la primera traición y una guerra constante, han forjado el carácter frívolo del misterioso rey, que solo ha dejado caer su coraza bajo los pies de una mujer. Emily Malhore. Recorreremos los pasillos de la oscura vida del arrogante Magnus, revelaremos la verdad tras sus secretos y conoceremos el desenlace de su épica historia de amor. ¿Están preparados para adentrarse en el corazón del Rey? Portada realizada por @AlexaCenteno01

¿Los hijos están destinados a cometer los mismos errores que los padres?... Yo creo que no; sin embargo, mi corazón se niega a aceptar esa respuesta y está dispuesto a caer en el mismo vacío en el que se hundió Natasha. ¿Saldrá bien? No lo sé, pero de salir lastimada, me tocará crecer. Dicen que el amor adolescente es intenso y dañino. Que no importa cuánto desees a esa persona, ella puede no desearte a ti o hacerlo de una manera distinta a la que deseas. Tengo catorce años, soy menor, soy una adolescente y estoy enamorada de una persona que no me voltea a ver y si lo hace es cuando nadie nos ve... Debería soltar ese amor y seguir el camino sin dolor. Qué fácil es decirlo, pero hacerlo es imposible.