Siempre creí que Pennywise venía del espacio, como dijo King. Pero su nombre -Bob Gray- me perseguía. No sonaba a algo inhumano, sino a un hombre que alguna vez respiró... y caminó entre nosotros. Una tarde, mientras mordía una manzana, un globo rojo emergió de la bruma de mis pensamientos. Y después, él. Sus ojos, amarillos y hambrientos, me miraban como si saborearan mi miedo. Sonrió, mostrando dientes que no encajaban en ninguna boca humana, y susurró: -¿Quieres saber quién soy? Prométeme que escucharás hasta el final... y que no huirás cuando empiece a mostrarte lo que escondo. El frío me caló hasta el alma. Y aun así, respondí: -Te escucho. Desde entonces, escribo porque él me obliga.

Carlos está enamorado de Rossana. Es detallista, cariñoso y amable. ¿Se le puede llamar amor sano a una persona que se obsesiona, o se trata de una posesión descontrolada? «Historia de la vida real».

Ella quería venganza. Él debía protegerla. Pero cuando las balas hablan y el deseo arde, nadie sale ileso.

Bruce y sus amigos descubren una extraña piedra en aquel bosque que fueron a acampar y que despierta en ellos una insaciable curiosidad. Lo que parecía un simple hallazgo pronto se convierte en un misterio imposible de ignorar. Sin embargo, Bruce es arrastrado a un lugar desconocido solo, lejos de todos, donde deberá enfrentarse a preguntas que jamás imaginó: ¿Existen otros universos más allá del nuestro? ¿Qué secretos esconde esa piedra? ¿Por qué solo él y no sus amigos? Perdido en un mundo enigmático, Bruce tendrá que encontrar respuestas... O perderse para siempre en lo desconocido. SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA "LA VIDA ES CURIOSA". 💚

"Desde que llegué a ese lugar, no respiraba aire, no. Solía inhalar conciencias, recuerdos e imágenes difusas que no comprendía del todo, hasta que supe de él, hasta que pude verlo cara a cara. Era una sombra, un recuerdo olvidado que resonaba con un eco profundo en mi mente. Y por primera vez, hablé con la sombra de un muerto."

Eryx era demasiado guapo y mimado para imaginar que algún día moriría electrocutado. Aun así, prefería eso a ser atrapado por la banda de los Nudillos Rotos. Se acomodó, atrapado bajo las láminas, y cerró los ojos, aceptando su final. Constanza, administradora de una curiosa posada en medio de la nada -con empleados y compañeros bastantes peculiares-, tenía un ceño fruncido perpetuo, vestía ropa con logos de lucha libre; lo más femenino en ella era el aroma vainilla, pero era, sin duda, la mujer más hermosa que había visto Eryx... cuando no le estaba cobrando deudas que se inventó.

Mabel quería dinero, una casa propia y felicidad. Aceptó entrar al mundo de juegos de Rever Arcade para buscar al hermano perdido de alguien, con la promesa de volverse ridículamente rica al terminar. Sin embargo, no esperaba acabar siendo dueña de una casa embrujada que sangraba por las paredes cuando se enojaba, atendiendo un negocio acosado por un duende y siendo más pobre de lo que jamás había sido, a pesar de estar rodeada de excéntricas armas milenarias. Oh, y también se equivocó al pensar que lo más peligroso en su vida sería barajar el ingreso obligatorio a los juegos con atender a la gente más rara y espeluznante que llegaban a su puerta con los pedidos más quisquillosos que hubiera escuchado jamás. No, lo más peligroso era el hombre con máscara de ciervo que ella misma recogió de uno de los juegos, creyendo ingenuamente que era una pobre alma sin hogar. En su defensa, su disfraz de jovenzuelo desvalido era muy bueno. - Santa mierda - maldijo Mabel al ver la cabeza de un hombre rodar por la alfombra de bienvenida de su negocio. - Mabel... - El tono de advertencia era gentil y familiar, pero la persona que lo decía era un extraño para ella. ¿Desde cuándo su amable y de buen temperamento secretario se había convertido en este guerrero sangriento? ¡Incluso su color de cabello era mentira! Novela registrada en Safe Creative © N.2502060806588 Novela registrada en Indautor, queda totalmente prohibido su reproducción o adaptación. Todos los derechos reservados.

Carajo, su twink anémico no existía. ¿Cómo iba a recuperarse de semejante catfish? Le mintieron. O, más bien, omitieron partes importantísimas de la verdad, lo cual no era mejor. Información que debería darse con el primer hola, en una tarjeta, con pillidos o un jodido dibujo, lo que hiciera falta. Advertencias que Mabel necesitaba con urgencia para enfrentar las metidotas de pata que había dado. Un duende loco golpeaba sus ventanas, al borde de escupir espuma por la boca, jurando venganza por un accidente que ella ni siquiera recordaba. Las promesas que había hecho se volvieron cadenas que exigían su atención y, lo peor, el chico que le gustaba resultó ser más hombre que chico y un mentiroso fugitivo cuyo corazón estaba a punto de detenerse si no encontraban la forma de curarlo. Que el amor de su vida, al que estaba destinada a conocer en todos los universos, estuviera a punto de morir justo en el suyo, después de encariñarse con él, era tan cruel como tratar de dejarla viuda y con un hijastro décadas mayor y que la odiaba. Había tantas cosas mal que no sabía a dónde mirar ni por donde comenzar a desenredar aquel desastre. Solo podía alzar la vista al cielo y maldecir a Davian hasta quedarse sin aire. -¡Toc, toc, toc! Mabel se congeló. Sus brazos la sostenían en la barda, pero su peso la estaba arrastrando hacia abajo. Miró con disgusto el panel que apareció en el peor momento. -A Evie Boo le da un poco de vergüenza haber revisado su bandeja de entrada hasta ahora -dijo, sacudiendo la cabeza con desgana. -El trabajo nunca termina cuando eres el mejor haciéndolo -lamentó. El viento frío la azotó. Las manos, aferradas al borde, le dolían tanto que estaba segura de estar a punto de perder un dedo. -¿Puedes esperar...? -Rever Arcade ha recibido una denuncia anónima. Después de una investigación exhaustiva, jugador 211011, ha sido identificado como anomalía. Iniciando proceso de eliminación...