La verdad, no soy una persona demasiado despierta. Es decir, lógicamente si estaba despierta en ese momento, pero ustedes me entienden. No recuerdo que estaba pensando, o imaginando, o no sé si había algo en mi cabeza realmente. De lo que sí estoy segura, es que no fui consciente de nada a mi alrededor. Como dije, no soy una persona demasiado despierta, aunque quizás podría haber prestado atención a mi derecha antes de dar ese paso, ese paso que me condenó a todo lo que siguió después - porque claro, así funciona el destino - sin yo siquiera entender aún que era tan parte de ese círculo como ella. (O en realidad, yo solo era una pequeña parte del suyo, porque ella era gigante, mucho más interesante de lo que yo podría soñar). Así que, volviendo a lo que decía, quizás podría haber prestado atención, pero gracias al cielo no lo hice.

Comenzaba a volverme adicta al pasado, y no hacía nada por evitarlo. Sólo cuando tuve que decidir entre la frágil promesa de un futuro mejor y la consoladora, pero falsa ilusión de la nostalgia, es que supe que el amor era una elección.

Era profesora de arte, y en efecto me parecía que sus pestañas enmarcaban el mejor cuadro de todos.

Ya nada ansío Nada mi cabeza logra ya levantar nuevo y hermoso cuando quiero vivir pienso en la muerte y cuando quiero ver... cierro los ojos M.M.

Valerie cree que Maia tiene una novia, pero no le pregunta porque no es de su incumbencia. Además, es la mejor amiga de su hermano. Y la conoce desde que eran niñas. Y sus padres la tratan como si fuera de la familia. Incluso para la última navidad, Maia compró calcetines iguales para todos los integrantes de la casa. Valerie siente curiosidad por Maia desde los catorce años, y por si fuera poco, ahora tiene que toparse con ella todos los días en la escuela. ¿Y qué si tiene una nueva novia? ¿y qué si tiene que toparse con ella todos los días en la escuela? Valerie sigue siendo su canción favorita. #1 en novela temática lésbica 18/10/2020

Dime una cosa, si el peor error de tu vida, pudiera hacerte suspirar, y hacerte sentir lo que nadie ha hecho antes, ¿serías capaz de cometerlo? ¿Que por qué pregunto eso? Porque jamás he deseado tanto equivocarme.

Lo correcto debería ser fácil...o no? Lucia una estudiante de antropología se cuestiona todo lo que es correcto al conocer a su maestra de curso, Emma, una catedrática de mediana edad que ve potencial de sobra en su nueva alumna, ¿será admiración u otra cosa lo que sienten en común?

Juno Kelly, una actriz que comenzó su carrera a una edad muy temprana y era una estrella en ascenso en la industria del cine, retoma su carrera tras un tiempo fuera de cámaras debido a un escándalo que la llevó a ser objeto de juicios y acoso mediático. Su único motivo para regresar a la gran pantalla; ser elegida para el protagónico de la adaptación a película de su trilogía favorita de libros. La emoción palpita en su pecho como nunca antes al momento de aceptar el papel. Sin embargo, su emoción empieza a tener fisuras de frustración cuando conoce a la escritora detrás de aquella saga, conocida por su seudónimo "E.M.W". Una enigmática autora que se niega a mostrar su cara al público o revelar su verdadero nombre, sumergida siempre en un halo de misterio. A medida que trabajan juntas en el set de filmación, su relación se vuelve cada vez más tensa y conflictiva, como una cuerda que se estira hasta casi romperse. Las sombras del pasado emergen, atormentando a la joven actriz y llenando el aire de secretos y reproches. Detrás de cada mirada de desdén y cada palabra afilada, empieza a surgir una atracción innegable. Sus corazones, otrora enfrentados, comienzan a latir al unísono en una danza delicada entre el deseo y la razón, entre el amor y el temor. Es en esos momentos robados, en esas miradas fugaces, donde ambas se encuentran y se pierden, cuestionando sus propias emociones y anhelos en un torbellino de sentimientos encontrados.

Amar durante toda tu adolescencia a alguien prohibida que jamás te corresponderá llega a desgastar por dentro. Cualquiera creería que enamorarte de tu maestra es un error, y hasta cierto punto lo es. Error que Enith cometió por Jade. Resignada por no poder hacer nada al respecto, abandona la ciudad en la que conoció a su amor imposible para empezar a estudiar medicina en la universidad más prestigiosa del país. Diez años después, cuando la monotonía conformista se había adueñado de su vida, cuando al fin la que fue su profesora había desaparecido de sus pensamientos, la volvería a encontrar en el hospital donde trabaja. Tal y como una mala broma.

Isabela lo tiene todo. A sus veinticinco años ostenta un título universitario brillante, un trabajo prestigioso y un futuro perfectamente delineado junto al hombre que ama desde sus dieciocho. Volver a su amada ciudad luego de estudiar en el extranjero solo refuerza lo que ya sabe; ha hecho las cosas bien. El reencuentro con Vannia, su mejor amiga, le ofrece la certeza de que las amistades verdaderas trascienden el tiempo, la distancia y la edad. Nada ha cambiado, todo continúa exactamente en donde estaba antes de marcharse. Todo incluso Lía, la hermana menor de Vannia. Lía es un torbellino que siempre la incomodó. Una estudiante de Artes con los pies en ninguna parte y la lengua filosa. Vive como si el mundo no le alcanzara y existe más de noche que de día. No tiene planes a futuro, constantemente dice lo que piensa sin filtros y atraviesa sus días como si estuviera atrapada en una eterna y rebelde adolescencia. Conforma el conjunto de cosas que Isabela rechaza y su vida no tiene espacios para dudas, hasta que Lía comienza a ocupar todos esos pequeños espacios vacíos. Para ella, Isabela es una persona demasiado metódica, no soporta ni entiende su obsesión por controlar todo y medir cada paso que da con precisión milimétrica. Siempre ha sido así, siempre pensó que la mejor amiga de su hermana es una mujer frustrada y atrapada en una vida que se esfuerza por romanizar. Lía jamás entendió de límites, hasta que comienza a imaginarse cómo sería cruzar los de Isabela. Entre lo que es y lo que podría ser, ambas se convierten en el espejo más incómodo de la otra. Mientras Isabela duda en desmontar todo lo que construyó estos años, Lía comienza a creer que tal vez quiere tener algo sólido por primera vez. En el roce constante entre dos mundos opuestos, empieza a nacer algo que estaba fuera de los planes. Y es que a veces, lo que parece una amenaza al orden, es la única forma de encontrarle un sentido a la vida.