​Anastasia Romanova es la última de su linaje. Una infancia condenada por monstruos. Creció entre dinero vacío y la asfixiante soledad de un trono que nunca quiso. Y cuando por fin encontró algo real a lo que aferrarse, lo destruyó todo para protegerlo. ​Ahora, años después, emerge de las sombras como un escorpión, lista para inyectar su veneno en el corazón de sus enemigos. Es una leyenda en el bajo mundo, una asesina con un nombre grabado en sangre. Su nueva misión: encontrar al depredador que acecha al heredero de la Bratva. ​Pero la guerra nunca es justa. Un hombre obsesionado con su mirada, un pasado que se niega a morir y un vínculo irrompible con la única familia que ha elegido la arrastrarán a un infierno donde el amor es un lujo y la lealtad una trampa. En este juego de poder, cada secreto es un arma. ​Y en medio del caos, sus ojos son el único reflejo de una bestia que no solo busca venganza, sino también la supervivencia de lo que es suyo. Un monstruo, creado por otros, que ahora reclamará su propio legado. 【Fecha de empezar a publicarlo junio 2025】 【Actualmente en proceso】 Advertencias de contenido: Contiene violencia gráfica, lenguaje explícito, abuso de poder, personajes moralmente grises, acoso, escenas sexuales (incluyendo sin consentimiento), mafia, traición, deseo, secuestros y muertes detalladas. Este libro trata temas delicados y oscuros. No es apto para lectores sensibles ni menores de edad. Lectura bajo criterio personal.

Después de la pérdida de sus padres, Jaelyn es adoptada por una familia de millonarios. Es ahí donde conocerá a Azrael, ese encantador chico de sonrisa angelical. Lleva el nombre del ángel de la muerte y Jaelyn descubrirá porque él lleva ese nombre. Él la odia y está dispuesto a hacerle la vida imposible. No obstante, la convivencia entre ellos harán descubrir que detrás de la fachada de frialdad y odio de Azrael, se esconde un dolor profundo y una historia trágica. Y detrás de esa fachada fría se ocultaba ese chico que solo anhelaba un abrazo para calmar los demonios que habitaban dentro de su cabeza ~Jaelyn Marchetti.

Azazel es impulsivo; Ryle, más pacífico. Ryle ama la naturaleza; Azazel la odia. Azazel ama a Ryle, quien no se ama a sí mismo. Es una verdad cruel. Primero hay que aprender a amarse para poder amar a otros. A veces, es necesario romper las cadenas que nos atan para ser feliz.