(La portada no es mía, créditos al que lo dibujo ♡) Purple no recordaba el momento exacto en que su amistad con Green comenzó a doler. Tal vez fue aquella tarde en la que ambos se recostaron en la hierba, compartiendo risas, mientras el sol proyectaba sombras perfectas en el rostro de Green. O quizás fue en esa noche fría, cuando las palabras se deslizaron entre ellos como secretos, llenando el silencio con una comodidad que Purple había confundido con algo eterno. Lo único que sabía era que, cuando vio a Green mirar a Blue con una intensidad diferente, algo en su pecho comenzó a crecer. Al principio era un leve cosquilleo, un peso apenas perceptible, como si algo se enredara en sus pulmones. Pero con el tiempo, ese algo floreció en forma de pétalos suaves y colores vivos que le quemaban la garganta. Purple trató de ignorarlo. Se dijo a sí mismo que Green tenía derecho a ser feliz, incluso si esa felicidad no incluía a él. Blue, con su risa contagiosa y su mirada despreocupada, parecía encajar perfectamente con Green. Los dos juntos formaban una imagen que Purple nunca podría romper. Pero los pétalos no mentían. Cada vez que veía a Green sonreírle a Blue, el dolor se hacía más profundo. Purple apenas podía respirar cuando estaban los tres juntos, atrapado entre la alegría de ver a Green feliz y el peso insoportable de saber que nunca sería él quien causara esa felicidad. Esa mañana, mientras limpiaba las manchas de pétalos marchitos de su almohada, Purple se preguntó cuánto tiempo más podría ocultar su condición. Después de todo, no era solo su amor lo que estaba matándolo, sino también el silencio que había decidido mantener. Finalmente, quiero dejar en claro que todos los personajes son propiedad del talentoso animador y creador Alan Becker. Esta obra no tiene fines comerciales, sino que fue creada como un homenaje a su trabajo y al universo que tanto me ha inspirado.