En el pequeño y silencioso pueblo de Ravenbrook, nada volvió a ser igual desde la muerte de Valeria. Cuando un asesino comienza a enviar mensajes desde el correo de sus víctimas y nuevas muertes estremecen al pueblo, Ethan y sus amigos se ven arrastrados a un juego macabro donde nadie puede confiar en nadie. La policía sospecha de todos. El asesino parece conocer cada movimiento. Y la línea entre la inocencia y la culpa se vuelve cada vez más delgada. A medida que el miedo se apodera del pueblo, Ethan descubrirá que los monstruos no siempre se esconden en la oscuridad... a veces caminan entre nosotros. En Ravenbrook, la muerte no avisa. Solo regresa.