Después del atentado contra el imperio de Muscadet, Ayla Clayton queda afuera de su gran jerarquía. Ámbar, su madre, ahora toma la corona como suya nuevamente y planea disfrutar de los placeres que una vez perdió por su fracasado plan del pasado. Mientras que su hija -encubierta en las sombras- se abstiene a enfrentar a su madre para reunir mayor fuerza y así, planear una venganza justa para la usurpación de Ámbar. Pero lo que Ayla no sabe, es que en esta nueva etapa de su vida, sentimientos escondidos saldrán a la luz. Tomará decisiones que jamás pensó que elegiría y conocerá nuevas personas. Buscará la salida del hoyo en el que la tiró Ámbar y convertirá su sed de justicia en venganza. Permitiendo que su ser más oscuro, salga a la superficie. Porque esto ya no será un juego. Esto no será un balance de paciencia y orgullo. Esto será un mar de sangre de ambos lados. De ambos partidos. Porque Ayla Clayton provocará una guerra. Una guerra en la que ella no se rendirá hasta conseguir que su corona vuelva a dónde pertenece. Y es sobre su cabeza.

Ayla Clayton. Una reina imperial que gobierna un continente entero. Lucha con un enemigo que ha estado intentado extinguir su linaje desde hace muchos años, mientras consigue la justicia que merece su hermana difunta gracias a su maniática madre. Conoce un plebeyo y se obsesiona tanto con él que viaja hasta el pueblo solo para cortejarlo, incluso después de los muchos rechazos de su parte. Su relación empieza más cuando la reina logra que él sea su guardia imperial. Ya los dos en el castillo, es inevitable que la atracción no los controle, pero Ayla se niega al amor, mientras tanto el guardia imperial está seguro de que logrará hacer que la reina se termine enamorando de él. Pero.... ¿Terminará de esa manera? ¿O podrá ser que una guerra marcará otro destino, no solo de ellos dos, sino, de todo el imperio en cuestión de segundos? *ES UN BORRADOR*