Tras sacrificarse por su hijo, Toji obtuvo su única redención morir como padre. Pero su alma no descansó. Fue arrastrada a otro mundo, uno donde demonios, ángeles y dragones luchan por el control. Ahora, en High School DxD, Toji deberá decidir: volver a hacer lo que mejor sabe cazar o quedarse a disfrutar una vida que nunca pensó merecer.

Luego de aquella pregunta, Maki sentiría su corazón despedazarse al oír la respuesta de Yuta. Ella sabía que dejó de ser atractiva al obtener sus cicatrices, pero nunca pensó que tanto. ¿Acaso nunca les importó como persona? ¿Eran como Naoya? ¡¿Solo les importaba su apariencia?! Sukuna y Kenjaku fueron derrotados, dejando el país un caos. Todos tienen trabajo por hacer, eso se entiende. ¿Pero por qué tanta indiferencia? Sus sentimientos se transformaron en enojo, que pronto serían controlados por él... Yuji Itadori. Sus destinos se entrelazarán, más de lo que se imaginan. Los obstáculos no serán fáciles. Estados Unidos tendrá un ojo sobre Japón, pero sobre todo, en la pareja.

Yuji Itadori Último heredero del Clan Itadori exterminado, oculta su existencia mientras Sukuna late dentro de su pecho. Y dos hermanas Zen'in que lo aman sin saber que se aman entre sí... Sobrevive quien recuerda quién fue antes de que todo ardiera.

Panda e Inumaki están desesperados. Cuando se corrió la noticia de que los de primero vencieron a maldiciones de clase especial, Maki no quiso quedarse atrás. Eso no tendría nada de malo, si no fuese porque Maki los obligaba a entrenar con ella. Por su intento de hacerse más fuerte, Maki aumentaba la intensidad de los entrenamientos, y estos eran muy dolorosos y cansados para soportar. Es por eso que tanto Panda como Inumaki decidieron buscarle otro... "compañero de entrenamiento".

Ante el aumento, de las maldiciones, el gobierno no tiene más opción, que obligar a los echisero a casarse.