María es fan de los romantasys desde que ha retomado la lectura, tras un hiato de 15 años después de acabar Harry Potter. Desde que retomó el gusto por leer, ha devorado libros y sagas de romantasy, pero no puede dejar de pensar que esas chicas en la vida real se las comería el mundo. ¿Por qué quién en su sano juicio acepta ser secuestrada solo porque el villano es un fae musculoso de 2 metros y cabello azabache? ¿Y por qué ellas tienen siempre 17 años? ¿Acaso esos hombres de doscientos mil años no saben lidiar con una mujer adulta? Poco imagina que podría tener las respuestas a esas y otras preguntas más cerca de lo que cree.

No deberían encontrarse. No deberían tocarse. No deberían confiar el uno en el otro. Los planos se desquebrajan. La magia desaparece. Algo hambriento despierta en el vacío que queda atrás. Cuando la magia fue drenada del plano humano, demonios comenzaron a aparecer y arrasar pueblos enteros. Las brechas entre los planos se abren sin control y amenaza con la destrucción total de los mundos. En medio del caos, dos figuras marcadas por herencias imposibles son obligados a trabajar juntos. Mientras una plaga inexplicable devora lo que antes tuvo vida, ellos deberán decidir qué es más peligroso: el misterio que persiguen o la verdad que llevan en la sangre.