Ryu había comenzado sin nada a su nombre, y había trabajado arduamente para obtener todo lo que tenia. Con esfuerzo y largas noches había obtenido una beca en la prestigiosa Academia Kuoh, y habría estado extasiado si la mañana antes de su Ceremonia de Ingreso no hubiese obtenido un regalo misterioso. Afortunadamente, no estaba tan desnudo en un mundo sobrenatural, ya que obtuvo un Grimorio extrañamente familiar, con la posibilidad de obtener más y llegar a la cima del mundo.

Akagi Ryūzaki, un verdadero jugador. Ya sabes, esos bastardos sociópatas que entran en las casas de otras personas y comienzan a romper cosas sin una pizca de vergüenza, y luego se van sin una palabra de disculpa. Un descarado que no le importa nada más que el bien propio y su entretenimiento. Súmale una adicción poco sana a las apuestas. Ahora, todo se va a la mierda cuando Akagi obtiene [Chaos Gacha], un poder increíble, con el que su usuario puede lograr cualquier cosa con suficiente esfuerzo y suerte.