𝓗ate me harder. En una escuela donde las jerarquías sociales pesan más que las notas, dos chicas que jamás deberían cruzarse terminan chocando todos los días. Manon, 19, la morena popular con estilo alternativo, oversized, mirada filosa y actitud de "no me jodas". Tiene un novio que la trata mal, un círculo social que la presiona y un carácter que explota fácil. Y aunque mucha gente la admira... ella vive en piloto automático. Al otro lado del pasillo está Megan, 17, piel clara, pelo lacio con mechones claros y vibe de fantasma aesthetic que solo quiere existir en paz. Callada, reservada, cero drama. Viste oversized también, pero desde un lugar más tímido, más protector, como si quisiera esconderse del mundo. Nunca busca problemas. Nunca levanta la voz. Pero por alguna razón que nadie entiende -ni siquiera ella- Manon detesta a Megan. La odia. Puro y duro. Le molesta cómo camina, cómo se viste, cómo se sienta, cómo respira. La mira feo, le suelta comentarios pesados, la empuja en el pasillo si la tiene cerca. Y Megan... simplemente lo soporta, sin comprender qué hizo para ganarse tanto veneno. El resto del colegio ya lo tiene asumido: Manon odia a Megan. Megan evita a Manon. Punto. Pero eso empieza a cambiar cuando las circunstancias -profes, trabajos, castigos, roces inevitables- las obligan a compartir más espacio del que cualquiera de las dos quiere. Y en ese choque constante, entre rabia, frustración y silencios tensos, surge una grieta que ninguna pedía. Este fic arranca con odio real, sin romanticismo, sin tensión bonita todavía. Solo dos vidas chocando desde lugares distintos... hasta que la historia empieza a empujar lo inevitable.