Ren-Grem
Desde que el primer ser viviente empezó a pensar, ocurrió algo...
Un pensamiento que solo aparecía cuando los ojos estaban cerrados.
Al principio era una luz suave, casi tímida, algo que se sentía más que entenderse.
De esa chispa nacieron los primeros sueños, torpes pero hermosos,
como si la vida hubiera encontrado un rincón secreto para descansar.
Pero nada permanece quieto para siempre.
Lo que empezó como calma comenzó a mezclarse con dudas,
y esa mezcla abrió un espacio para algo nuevo.
Un temblor interno.
Un miedo pequeño, pero distinto a todo lo anterior.
Ese miedo no gritaba, solo respiraba despacio,
esperando el momento en que un sueño dejara de ser sueño
y se torciera lo suficiente como para doler.
Así aparecieron las primeras pesadillas.
No eran monstruos ni sombras;
eran pensamientos que se salieron del camino,
emociones que se oscurecieron sin motivo.
Desde ese día, las noches nunca volvieron a ser iguales.
Entre el sueño más cálido y el miedo más profundo
nació el lugar donde todo lo que existe
aprendió a sentir.