En cuanto la vi me quedé espantada, mi madrina se la había regalado a mi hermana y ella estaba feliz, yo sabía que esa cosa no era normal, había algo malévolo en sus ojos y su sonrisa dibujada... Obra registrada, no admito copias de ningun tipo, marca registrada.
Khayla tiene 17 años y como toda chica de esta edad -o al menos casi todas- tiene WhatsApp. Para su mala suerte tiene un inmaduro -recalcando INMADURO- hermano de veintiocho años quien también a descubierto éste mágico mundo de las aplicaciones y a decidido escribirle un texto. ¿Qué ocurrirá con estos unidos hermanos...
Es todo lo que importa porque debemos estar juntos, éste es nuestro momento y no hay nada mejor.
