No soy para ti.
—¡Eres terrible por dentro y por fuera! ¿Como me pude equivocar con vos?—grito cerrando la puerta de un potazo dejando caer su cuerpo en el suelo. —Esto es imposible, Martina. Entiéndeme —susurro detrás de la puerta ella solo dio un golpe en seco. —¡Yo te amo! —dio un grito desgarrador por el llanto. —No soy para ti...