Siu-Jin
Vivir como un ser inmortal al que se le otorgó el olvido, ese fue su castigo y su perdón.
Reencarnar, sin poder recordar su vida pasada, ese fue su perdón y su castigo.
Esa fue la forma que encontró Dios de ser benevolente con ellos.
¿Qué pasará cuando, los hilos del tiempo fluyan nuevamente? ¿Qué les depara el destino? Por qué todo ya esta escrito, pero las cosas no suceden dos veces del mismo modo.
Sin saberlo siempre se buscaron.