2 enero de 1876, Perú, dia después de los Carnavales. Nos escontrabamos en Ayacucho y nos habiamos enterado por radio que el Pais habia entrado en guerra. Con mi madre, Yanay, tomamos el primer barco rumbo a Argentina. Mi corta edad no me permitia entender lo que sucedia en ese momento. En ese barco estaba mi abuela Sulay, y mis tios. Habian pasado 4 horas desde que subimos a ese barco enorme donde estaba toda la gente de mi pueblo. A lo lejos habia una niña que me observava, su nombre era Wara, la hija del cacique, una niña de color morena, un pelo largo, negro casi rosando el azul, muy brilloso. Hacia frio, por suerte mi madre habia empacado unas frasadas, asi que las agarré y me tape. Pasó una semana y aún no habiamos llegado, los dias de hacian eternos, extrañaba Perú, mi amado Perú. Mi madre me decía que todo iba a estar bien. Prendimos la radio, una radio que me habia regalado mi padre antes de morir. Las noticias eran debastadoras, miles de peruanos ha

Mi primer trabajo, lo recuerdo bien, me presente de traje en una tienda de zapatos y el gerente me recibio genial. Yo acababa de terminar la secundaria y necesitaba juntar dinero para seguir mis estudios, queria ser profesora de Filosofia, desde niña anhelaba serlo, o tal vez, doctora, pero eran menos años seguir un profesorado y ya que vivia sola, necesitaba trabajar para mantenerme. Mis padres, -un tema del que no hablo muy seguido-, me habian hechado de casa..¿Las razones?.. Un chico, Alan. Estabamos en mi habitación, besándonos, y entró mi padre. Recuerdo perfectamente esa noche, los gritos, la vergüenza que pase. Jamás lo perdone ni pienso hacerlo. Da igual, Alan me dejó, se fue furioso, no me digirio mas la palabra desde aquella noche. Ahora alquilo un departamento, un poco pequeño, pero es mejor que dormir en la calle. Comparto el alquiler con una joven llamada Paige, delgada, alta y rubia. Una persona muy agradable. Es maestra jardinera y está estudiando Psicologia.