"Que lleve el nombre de un Demonio no quiere decir que lo sea." Anderson asiste a un instituto común en donde las apariencias engañan y también los alumnos. El chico malo y tóxico es mejor mantenerlo de lejos aunque luego sea imposible alejarte de él. El popular puede ser amable, y querer tener una "relación seria" enamorarse de la Nerd aunque ella no lo parezca. Lo que siempre dicen de la zorra del instituto no siempre es cierto. Aunque actúen como tus amigos, no quiere decir que sean tus amigos. Una apuesta, comentarios estúpidos y una chica muy ingenua. ♡~♡ - Tú me amas porque eres mi amigo. - Dijo Anderson entretenida. Pero no había notado lo nervioso que estaba él con eso. ¿Él la amaba? Ella volteó a verlo y carcajeo. - ¿Tanto te asusta saber que me amas? - Rió Anderson. - Tranquilo yo también Te Amo mejor amigo. - Y él no sabía si aquello le gustaba o detestaba al mismo tiempo. - Y relájate yo soy leal contigo, tu amistad está a salvo en mis manos. - - Sé que podrías tener mi corazón en tus manos y estaría a salvo. - Admitió él sincero, eso basto para que Anderson sonriera con alegría. ♡~♡ 📖 Contiene algunos errores de Ortografía. 🔫💣🔪Leves menciones de Sexo, drogas, y mínima violencia. (Aclarando que no se hará ninguna narración explícita sobre sexo) Contiene Cliché (Están advertidos) Capítulos relativamente cortos. Derechos completamente Reservados a Kennya Chávez. NO COPIAS NI PLAGIOS NI ADAPTACIONES. Espero les guste y le den una oportunidad, siempre estaré encantada leyendo sus comentarios o críticas. 👌

Lucius el general en jefe encargado de la seguridad de la nación. Un Alpha bendecido y amado por los dioses y el pueblo, con un corazón de fuego y hielo al mismo tiempo. Se dice de hielo porque puede ser tan frío como esté, puede ser tan duro como el mismo. Y parecer no tener un corazón latiente. Se dice fuego porque podría consumirte con su mirada, hacerte arder hasta la nada, podría destruirte y reducirte a cenizas. Un Alpha sangre pura en toda su regla y palabra. Perteneciente a la realeza, pero ignorando a su conveniencia sus verdaderas obligaciones y deberes de nacimiento. Amando y manejando la espada como extensión de su cuerpo. Disfrutando de su soledad que no sabía que tenía hasta que observó la gracia con la que los dioses bendijeron a su pareja, aquella que robó su aliento con una mirada y su corazón con una sonrisa, aquella sonrisa había definido el destino de una nación sin saberlo, llevándola a la grandeza. Los dioses la escogieron para él sabiendo que era la única merecedora de tal honor, no solo de estar junto a él. Si no de manejar el destino de muchas vidas con los gestos que hacía a su Alpha. Aquellos que no sólo dirigirán a una nación sino que cambiarán el curso de su destino. * Derechos completamente Reservados a Kennya Chávez. NO COPIAS NI PLAGIOS NI ADAPTACIONES.