Chad estaba allí otra vez, como Dean temía y deseaba. Porque nunca antes se había enamorado tan profundamente de un chico. Dean lo había comprobado: Chad no tenía nada que ver con la serie de asesinatos acontecidos en la ciudad, incluso tenía pruebas de ello. Sin embargo Chad había regresado, y sus ojos eran mas cruel...
《Buscaba a mi chica ideal, hasta que conocí a Dante, y sus mil infiernos me envolvieron de dudas sobre mi sexualidad.》
Enamorarse de un psicópata no puede ser tan malo ¿O si? Especialmente cuando él no puede amar, y muy posiblemente esté planeando cómo matarte. Pues la vida de Alaska da un giro repentino cuando se cruza con Chad, quien sin preguntarle la hace cómplice de sus múltiples homicidios y demás crímenes.