Mericcup <3
3 stories
[Mericcup] Remind Me How To Love by MarySueSanders
MarySueSanders
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Si todos los caminos llevan a Roma… ¿Cómo se sale de ella? Al parecer, sin importar las decisiones que tomara; sin importar lo mucho que me alejara, siempre volvía hacia él. ¿Qué otra explicación, además del destino, podría haber para volver a encontrarnos? Era improbable, rozando lo imposible; y aún así lo habíamos hecho. Nuevamente frente a frente, teniendo que soportar la presencia del otro. Tantos empleos bacantes en tantas Universidades distintas, y tenía que tocar la mía. Me había preparado mucho tiempo pensando en cómo reaccionaría si volvía a ver a Hiccup después de nuestra dolorosa ruptura, pero nada en este mundo me hubiese preparado para lo que iba a vivir. Y quizás… Yo aún no estaba lista para ello. [Segunda parte de Teach Me How To Love]
Mericcup: Daily of Hiccup by vane_haddock1
vane_haddock1
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Creo que es nuestra decisión como contar historias tristes. Por un lado, puedes suavisarlas y nada esta tan mal que no pueda arreglarse con una canción de Peter Gabriel. Esta versión me gusta tanto como a cualquier chica... pero no es la verdad. Hiccup Haddock llegó a mi vida de una forma increíble. Jamás creí que yo viviría una historia de amor... y no estoy aquí para contárselas, porque como toda historia de amor real, morirá con nosotros como debe ser. Una auténtica historia, llena de humor y tragedia.
[Mericcup] Teach me how to Love by MarySueSanders
MarySueSanders
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    Parts 33
Mérida Dunbroch tiene que mudarse a Nueva York con su familia debido a una nueva oportunidad laboral que se le presenta a su padre. A pesar de estar absolutamente en contra de todo aquello relacionado con la mudanza, se da cuenta de que es una nueva oportunidad para comenzar de cero. Dejando a su mejor amiga en Texas, Mérida tiene que enfrentarse a su nueva vida sola. O, ¿habrá alguien que le enseñará un poco más de lo debido? […]“-Mérida… esto está mal.- Susurró entre besos, mientras me apegaba aún más a su cuerpo. Para estar ‘mal’, él parecía estar disfrutándolo mucho. Y, vaya sorpresa, yo también lo hacía. Es decir, ¿Cómo podría ignorar el hecho de que tenía al hombre de mis sueños besándome apasionadamente? Además, el sabor de lo prohibido, lo hacía aún más excitante.”[…]