UN FENÓMENO POR DESCUBRIR. Al principio era rabia, era curiosidad... era él. Mudarse a San Francisco era parte de un plan sencillo: estudiar, respirar, seguir con mi vida. Pero entonces apareció él. Hermoso. Intenso. De esos que no piden permiso para habitar tus pensamientos. De esos que te roban la paz, porque una vez le das una brecha, traen caos a tu vida. No sé cuándo pasé de odiar su forma, a necesitar una sola mirada suya. No sé en qué momento me hice adicta a todo lo que no podía tener. Lo cierto es que quise más de él, aun sabiendo que todo iba a doler. © Copyright Prohibida la copia o adaptación de esta novela. Derechos reservados.