zemita
Me decido y me adentro a la casa, huele a humedad, se ve tan lúgubre, triste, o no sé si soy yo la que lo percibo así. Traje una lámpara, porque mi tía me advirtió que no había luz, la enciendo, veo todo lleno de polvo. Comienzo a recorrer todo con la mirada. No logro recordar nada; nada me es familiar, lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas.
Dicen que la curiosidad mató al gato, a veces es mejor quedarse con ella, con esa curiosidad que muchas de las veces nos lleva a lugares insospechados, he incluso a encontrar cosas que cuando deseemos no haber encontrado, probablemente ya sea demasiado tarde.