Caizna
Que ni sus palabras, ni su forma de ser, conseguirían enamorarme.
Ni sus sonsiras, era realmente precioco cuando sonreía...
Ni sus fuertes brazos, tan bien trabajados...
Ni sus gestos, de que manera reaccionaba a las cosas...
Ni sus labios, tan rosados y perfectos...
Obviamente que no me encontraba enamorada.
Dicen que del amor al odio hay un paso, mi historia es diferente. A mí me decían que del odio al amor hay un paso...
O me equivocaba.