Fue por casualidad
Mariya decide pasar las vacaciones de verano en Santillana del Mar después de que su tía Colasa le pide ayuda para que le eche una mano en su pequeña panadería. Después de que, la ruptura con Samuel, tras dos años intensos de noviazgo la dejasen con el corazón partido, necesitaba paz. Paz; era lo que repetía su cabeza...