Líbrame del mal (+21) | COMPLETA
Cuando el Padre me acarició la nuca e hizo descender mi cabeza, quedé asombrada por la sabrosa sensación. Venía acumulando ganas desde hacía tanto tiempo que la culpa y el morbo hicieron añicos mi sentido común. En lugar de confesarle mis malos actos, añadí un pecado más a mi lista en el momento que cedí a su buena vo...