¡Oh, mi principe! (Osochoro)
Su sonrisa, su cautivadora mirada, sus pequeños gestos adorables, inclusive cuando lo molestaba y hacia enojar. Choromatsu amaba cada cosa de ese hombre. Todo comenzó aquel dia, cuando por cortesía de uno de sus amigos, Choromatsu había entrado a una de las fiestas más importantes y prestigiosas del pueblo, donde todo...