La Nueva Jefa. -James Maslow
Acelere sin importar nada. Él corrió cinco metros detrás nuestro y luego paró. Las lágrimas nublaron mi vista. Miré a David por el retrovisor e intenté calmarme por su bien. Pero no podía. Cerré los ojos un instante, para intentar alejar las lágrimas. Entonces fue cuando una camioneta negra se cruzó en nuestro camino.