The_God_of_the_Kaos
En las profundidades de un bosque ancestral, oculto a los mapas y a la modernidad, yace Aethelburg, un pueblo donde el tiempo parece haberse detenido. Sus habitantes, descendientes de una estirpe olvidada, guardan celosamente una tradición milenaria: el Festival de la Cosecha Roja. No es una celebración para el forastero curioso, sino un rito ancestral donde la tierra exige su tributo.
Clara y Ben, una joven pareja de urbanitas en busca de un idílico retiro en la naturaleza, se desvían de su camino y terminan en Aethelburg justo cuando los preparativos del festival alcanzan su clímax. Fascinados al principio por la singularidad del lugar y la extraña hospitalidad de sus habitantes, pronto notan la creciente tensión en el aire y la forma en que el pueblo entero parece mirar a los pocos forasteros con una mezcla de cordialidad y un inquietante reconocimiento.
A medida que la misteriosa música resuena por el valle y la luna de sangre se eleva en el cielo, las sonrisas en los rostros de los lugareños se vuelven más enigmáticas, y otros visitantes, que llegaron antes que ellos, comienzan a desaparecer sin dejar rastro. Clara y Ben se darán cuenta, con un terror creciente, de que el Festival de la Cosecha Roja no es una metáfora, y que el "fruto" que la tierra espera no es el que crece en los campos.
Aethelburg no es solo un pueblo con un secreto oscuro; es una trampa viva, un organismo antiguo cuyas raíces se nutren de la esencia de aquellos que se atreven a entrar. El verdadero horror reside en la comprensión de que los sacrificios no son actos de maldad, sino una necesidad sagrada para un pueblo que se ve a sí mismo como el guardián de un pacto inquebrantable, y donde escapar puede ser tan imposible como desafiar la voluntad de la propia tierra.