Sin senos no hay paraíso
A sus trece años, Catalina empezó a asociar la prosperidad de las niñas de su barrio con el tamaño de sus tetas. De modo pequeñas, como ella,quienes las tenían tenia que resignarse a vivir en medio de las necesidades y a estudiar o trabajar meseras en algún restaurante de la ciudad. . . tenían las quienes cambio,En co...