Cuando no eres nadie y tienes problemas
Un día sentí ganas de ir a un asilo de ancianos y simplemente lo hice, ese mismo día conocí a una mujer que me cambió la vida al contarme la suya y ahora yo te la cuento a ti. Utilicé el nombre de Audrey Hedburn en esta historia para cubrir el de la persona a la que conocí ese día. Esta es una historia real.