Mas de uno en mí
El cuerpo y el rostro seguían siendo el mismo. El mismo rojo de su cabello, el mismo azul turquesa de sus ojos, pero en ellos, no existía la misma calidez y el amor que una hora atrás, se había reflejado en ellos mientras la miraban. Los ojos que la miraban fijamente en ese momento, estaban llenos de frialdad y un dis...