Perderte mamá ha sido uno de los golpes más duros de mi vida. Fue Como nacer de nuevo sintiendo un Desgarro en el cordón umbilical. Fue Como volver a empezar, todo nuevo, Caminar, comer, vivir sin la mano guía. Que difícil se me esta siendo este tiempo, me he quedado a solas para Guardar tus recuerdo, tus preciados Y amados recuerdos. Hace un mes que te fuiste y de a poco, lentamente me Introduzco en tu placard. Cada prenda que aprisiono sobre mi corazón tiene Tu perfume y por largo rato lo huelo Besando cada trozo de tu ser que en la Tela se quedo. Te extraño tanto mamá. Hace unos días viniste a mis sueños a Despedirte, siempre digo: las madres Nunca abandonamos a nuestros hijos. Fue tan real ese sueño que luego me Trajo la paz. "Entré a la sala donde Estabas internada y había médicos y Enfermeras, uno de ellos te tenía una Mano, tú tenías los ojos cerrados, el Médico me miró y me dijo es el fin. Desesperada me abalance hacia tu cuerpo y hablando fuerte te dije: no Mamá..

Es la madrugada, aquí estoy nuevamente porque tu recuerdo me invade, recuerdos de mi infancia que llegan a mi memoria. Y esa continúa nostalgia tuya por no haber conocido a tu madre que falleció cuando tenías dos años. O ese amor que nos inculcarles por tus antepasados pasando largas horas contando como tu abuela había llegado desde Francia en un barco a velas. O de tu abuelo que llegó de Italia con dos hermanos más y en Argentina tomaron distintos rumbos, por lo que deducias que toda persona que llevará su apellido era de la familia. Y ese entrañable amor por tu padre y tus hermanos. Cuantos buenos sentimientos albergabas en tu alma mamá, tal vez por eso, DIOS te dio una larga vida de noventa años donde viviste rodeada de tus hijos, nietos, biznietos y tatarabuelos. Hasta que el Alzheimer apareció y todo fue diferente. El Alzheimer que te iba borrando los recuerdos pero no los sentimientos y ¡qué difícil fueron tus últimos años con esa atroz enfermedad!

Con triste sonrisa Mi madre me cuenta La tarde de enero Que perdió su muñeca De cera muy blanca Me dice que era Pequeña y preciosa Regalo del abuelo A los rayos de Febo descansaba primorosa Acariciando en sueños Su niña muy hermosa La imagino dormida En la verde pradera cual bella mariposa Con alas de seda Despertar muy triste Al calor de enero Encontró a la muñeca Muy blanda en sus dedos Sin rasgos ninguno LA vieron sus ojos Con gruesos lagrimones Surcando su rostro Con triste sonrisa madre me cuenta Su tarde de niña Durmiendo la siesta