El día que Time cruzó por error los límites del bosque sur, se dio cuenta de que no sabía cómo volver a casa. Su única opción viable, como buena turista, fue pedir ayuda al primer residente de la zona norte que encontró: un goblin que estaba quemando setas. El encanto de un hada podía ser lo bastante poderoso como para convencer a alguien como Estrix de que la acompañara a su hogar. El problema era que Estrix no dejaba de ser un bruto con poca paciencia. Por eso, cuando se topó con otra joven con alitas -que, a diferencia de Time, tenía muy malas pulgas-, fue cuestión de tiempo que acabaran peleándose a golpes. El problema fue que todo aquello pilló a la pobre Time de por medio. Lo que ni ella ni el goblin sabían era que el hada a la que él había noqueado era la pequeña obsesión de un poderoso mago oscuro. Lo que tampoco esperaba nadie era que este, a modo de venganza, decidiera lanzarle una maldición a Time que la mataría en breves... a menos que un grupo de criaturas variopintas, sucias, malhabladas y con un largo historial delictivo se unieran para salvar a la chica más inocente del bosque.

NAYLEA Mi vida siempre ha sido un poco complicada. Desde pequeña, mi capacidad para leer las emociones de los demás ha sido una carga abrumadora. Soy huérfana, o al menos eso es lo que dice mi cartilla de nacimiento. El único amigo que tuve en la infancia desapareció cuando fue adoptado, a los dieciséis años. Desde los dieciocho vivo sola, en un pequeño apartamento en el centro de Mysea. Todo seguía igual... hasta la noche en que conocí a Reagan. Desde entonces, nada volvió a ser lo mismo. REAGAN Muerte. Disciplina. Traición. Familia. Esa ha sido mi vida. Me criaron para quedarme con todo lo que deseo sin pedir permiso. La tradición y el peso de mi apellido descansan sobre mis hombros: soy el máximo representante de mi linaje. Todo en mi vida está escrupulosamente organizado y planificado, hasta que me cruzo con unos ojos verdes salpicados de motas marrones... y los reclamo como míos.