El príncipe Idril siempre ha sospechado que su padrastro Gelsey, a parte de su lado imponente y sádico más obvio, tiene en realidad una fijación masoquista por mujeres muy extrañas y locas. Para un ser tan ambicioso como Gelsey, amar a la humana Madelaine significa mucho más que solamente anhelar su carne o su sonrisa. Para él, amar a una humana como Maddie significa algo mucho más complejo y peligroso: desafiar las normas, rebelarse contra su propio destino. Esta historia corta cuenta cómo se conocieron esos dos, cómo a pesar de que pertenecen a razas y mundos diferentes enfrenados entre sí, todo es posible bajo la luz de las dos lunas. Y también, cómo llegaron a odiarse, porque desafiar al destino siempre trae consecuencias. Precuela de Léiriú. Puede leerse sin haber leído la historia original. Esta portada tan mona me la hizo @OmniscienteSensual *O*