La ciencia (in)exacta de los copos de nieve
Blair pensaba que iba a pasar las peores Navidades de su vida. Estaba sola, en una habitación vacía y a kilómetros de su casa. Lo que no se esperaba era al fornido hombre en calzoncillos que se coló en su cuatro con un estrafalario gorro de Santa Claus y constelaciones por descubrir en el pecho. Booth, por su lado, no...