Estaba caminando por los pasillos de mi instituto, cuando me llega un olor a vainilla que sigo no me fijaba donde iba, solo seguía el olor cuando choco con alguien haciendo que me caiga - Disculpa, no me fije por donde iba - Dije tímida - No, perdón yo, es que buscaba a alguien - Dijo aquel chico, el popular del instituto me levanté de nuevo y encontré el olor, ese olor a vainilla, provenía de él, del chico más popular, del chico más guapo, del chico por el cual todas babean - Mía - Dijo en un susurro - Tuya - Dije casi audible me di vuelta para salir huyendo, no quiero ser el centro de atención ya todos nos veían, el me tomo de la mano, lo mire a los ojos con miedo, el me soltó y yo solo salí corriendo como cobarde que soy, y si me hubiera quedado ¿cambiaría en algo?

Sólo pensaba en mi vida. Corría lo más rápido que mis piernas me permitían. Mi vida no podía terminar así. Yo tenía que cumplir todos mis sueños aunque no tuviera familia. Quería huir de mi pasado para jamás volver,vivir mi presente como siempre quise y no el que todos querían. No quería detenerme a pensar en como iba a morir pero de lo que si sabía era que no quería que terminara así de mal como pensaba. Mire a todos lados buscando una escapatoria,mi sueño de huir del orfanato de había cumplido pero en medio del bosque le tope con el mismísimo diablo. Ahora corría para salvarme de la enorme bestia que me seguía con una gran velocidad. -.¡¡AYUDA!!.-gritaba sollozando. Estaba cansada y en el bolsillo de mi chaqueta tenía una navaja vieja. La bestia corría a gran velocidad a mi lado. Mordió una de mis piernas y rápido caí al suelo golpeándome la cabeza. Esta se acerco,mordió mi antebrazo pero fui más rápida y clave la navaja en el cuello matándola. Esta seria mi vida. Mi vida lobuna.