El catorce de Febrero las chicas regalan chocolates, el catorce de Marzo descubren si son correspondidas, y Atem está harto de esa costumbre

Durante mucho tiempo siempre hemos escuchado la típica historia de los ángeles que fueron despojados del cielo para ser condenados y castigados en la tierra, ellos son inmortales pero uno oculta un secreto. Dos chicos. Dos destinos. Ambos inmortales. Con un secreto que dejaran a la vista.

Samuel es padre soltero, su esposo murió hace algunos años atrás por una extraña enfermedad , él se culpa por ello ya que por errores que cometió este no pudo hacer un tratamiento para salvarse , pero sus planes de fidelidad se ven truncados cuando conoce a Guillermo en una tienda. Samuel deberá aprender que avanzar no significa olvidar sino aprender.

En definitiva; quien dijo que el amor tenía barreras no conocía la realidad. Perfectos, imperfectos, ¿qué importaba? Eran un complemento ya, se querían, y quien no pudiera notar que aquel amor era de verdad -y podía sobre pasar barreras-, ese sí que era un verdadero ciego. - «Nana.»

¿Qué pasaría si tuvieras que ser vecino de taquilla en la Universidad de la persona qué mas odias? ¿Y si a parte de eso tenéis que compartir piso? Sería una buena anécdota que contar en el futuro, pensarían algunos. Pero a Guillermo y a Samuel no les hará ninguna gracia. ¿Quieres conocer su historia? Sigue leyendo.