"― Yo de ti no jugaría a fútbol. ― dijo, acercándose más a mí, de modo que tuve que levantar un poco la cabeza ya que era unos siete centímetros más alto que yo. ― Se te podría romper una uña. Fruncí el ceño y me mantuve firme, mirándole a los ojos. Este chico tenía un gran problema. ― No me intimidas, Parker. No soy...
Cuando los padres de Samantha deciden irse de viaje, no tienen la peor idea que dejarla a cargo de Tyler, su nuevo niñero. Tyler y Sam son el agua el aceite, sin embargo, deberán aprender a lidiar con sus diferencias.
-Ni sueñes con que pasará el estúpido y típico cliché. -¡Pues me alegro! -¿Ah sí? A mí me parece que ya estás loquita por mí. -¡Loquitas tus neuronas! Tú eres el que sueña con el cliché. Bien que te mueres de ganas de que me enamore de ti. -Si quisiera, ya estarías adorándome. Pero ¿Sabes algo? No me provoca en lo más...
#Mi vecino es un idiota2 La cautivadora historia de Matt y Alex no se podía quedar sin continuación y ahora es el turno de Matt. Cuando todo parecía perdido para Matt Dawson el destino le tiene preparada una última jugada. Una rebelde chica llega a la casa de alado poniendo su vida patas arriba. Alex Collins; sarcásti...
Tercera parte de la novela Enamorada de mi hermanastro. © Todos los derechos reservados. Esta totalmente prohibida la copia o adaptación de la historia. En caso de plagio, se tomarán medidas legales de manera inmediata. Al igual que todas mis demás novelas, esta está registrada en Safe Creative.
Pensar que en un segundo la vida puede cambiarte y ponerte personas equivocadas para que te recuerden que la persona correcta es quien menos piensas.
Ambos creían que el amor era pura especulación, o incluso algo que se llegaba a sentir si tenías suerte de encontrar a la persona indicada. Profesor y alumna estarán sumergidos en una historia de amor, llena de pasión y sobre todo momentos dolorosos. Ambos creerán que la unión hace la fuerza, pero, ¿realmente sólo nec...
-Oye tú mocosa, ¿Tu madre no te ha enseñado a ser mas dulce?- mal dicho Dawson con mi madre no. -Claro que me ha enseñado a ser dulce, ¿Quieres ver lo dulce que puedo llegar a ser?- él asintió. Me levanté de mi asiento, cogí mi pudín de chocolate y lo estrelle en su rostro. - Espero que disfrutes de mi dulzura IMBÉCI...