En el glamuroso mundo de la alta sociedad británica, la princesa Angéline Montgomery se enfrenta a la inminente presión de asumir la corona. Mientras su padre, el rey Edward, toma decisiones apresuradas que parecen ocultar secretos más oscuros, la joven heredera se convierte en el centro de atención de la nación. Pero no solo los desafíos de la monarquía la acosan; la artista pop Giorgia Salvatore, conocida por su desdén hacia la realeza, lanza un chiste hiriente en un evento público, desatando un odio mutuo que amenaza con desestabilizar tanto su vida personal como la imagen de la familia real. En medio de chismes voraces publicados por el anónimo "El Ojo Crítico", que insinúa la posibilidad de que Angéline sea la primera reina en tener una reina consorte, la presión aumenta. Con su reputación en riesgo y el amor en el aire, Angéline deberá navegar por el complicado laberinto de la traición, la fama y el romance, mientras descubre quiénes son realmente sus aliados y quiénes solo buscan aprovecharse de su caída.

Morgan Young ha decidido seguir los pasos de su madre, la organización tendrá una nueva jefa que tendrá que enfrentarse a uno de sus más grandes enemigos, mientras se debate entre su lealtad por la organización y el amor por Willow McAlister, la arquitecta de la que lleva enamorada desde su adolescencia. ¿Aceptará Willow el secreto que esconde? ¿Qué tan dispuesta estará a enfrentarse a un amor tan letal como este?

Annette es una psiquiatra brillante, pero su mente es un laberinto oscuro donde la cordura y la locura caminan de la mano. Sus métodos poco ortodoxos han salvado a muchos pacientes, pero también ocultan un secreto aterrador: Annette no solo estudia la mente humana, también la destruye. Cuando cae la noche, la psiquiatra se convierte en una asesina implacable, una sombra sin remordimientos. Su mundo es un lugar frío y sin redención, hasta que Jia Park, una doctora coreana con una ética inquebrantable, entra en su vida como un incendio imposible de apagar. Jia no solo desafía sus métodos, sino que la obliga a enfrentar aquello que Annette creía muerto dentro de sí: sus sueños, su humanidad... y un amor que nunca quiso sentir. Lo que comienza como una guerra de voluntades se convierte en un juego peligroso donde el amor y la obsesión se entrelazan. Ninguna de las dos quiere ceder, pero ambas terminan atrapadas en un destino inevitable, uno donde amar puede ser tan peligroso como matar. En una vida sin retorno, ¿será la redención una posibilidad o solo otro espejismo en su camino?

Olivia regresa a Juilliard después de un semestre fuera debido a una lesión en la rodilla, decidida a participar en la competencia anual que podría acercarla a su sueño de ver el ballet de París en Francia. Sin embargo, el premio se encuentra en la categoría de duplas, y nadie quiere arriesgarse a competir con una joven bailarina que aún se está recuperando. Todo cambia cuando se cruza con Nadia, la nueva estudiante que, a pesar de su gran talento, ha ganado una mala reputación y se ha convertido en una paria entre los demás bailarines. Obligadas a formar una dupla para alcanzar sus respectivos sueños, Olivia y Nadia deben enfrentar sus diferencias y aprender a confiar una en la otra. Enfrentando desafíos personales y artísticos, ambas bailarinas se embarcan en un viaje donde descubrirán si personalidades tan opuestas pueden encontrar su compás en el escenario y en la vida.

Kamille y Verónica han construido a través del amor un gran imperio laboral y familiar. Con el paso de los años y los tropiezos han aprendido a sobrellevar cada situación con paciencia. Han pasado ya lo peor ¿o no? Su historia, el gran cuento de hadas, que como todos concluyó en su primera parte con un final feliz. Y que las ha mantenidoen estos años como quieren estar: juntas luchando contra los pronósticos, el destino y hasta ellas mismas. La felicidad, no es nada más que la suma de las heridas que se han curado y usado para aprender. La felicidad. Una condición por la que deben pelear, una relación con la que deben enfrentar de nuevo a un mundo que tiene una última bala en contra de ambas.

Alex Rooney, Sam Wells y Taylor Garnet son tres chicas que forman parte de una banda, son chicas que encuentran una forma de salir de su realidad a través de sus canciones. Nicol Brown, Charlotte Williams y Paula Dugés son tres chicas que creen que su vida ya estaba bien hasta que las chicas de la banda llegaron, pero ¿verdaderamente estaban bien? ¿o las chicas de la banda si llegaron a mejorar su vida? Con el tiempo se dan cuenta de que las canciones de las chicas tienen algo más que un significado, se dan cuenta de que sus situaciones están a través de las canciones de las chicas. Seis chicas, tres parejas, muchas canciones y un solo objetivo, ¿lograran encontrar la felicidad juntas? Lograran ser felices con Las chicas de la banda

Tras un conflicto arrastrado por años entre una joven banda de rock/pop y una cantante del pop es que, Emily Parks, la vocalista de Last August, le ofrece una pequeña tregua a Betty Ramírez para escribir una colaboración que podría ayudar a ambos bandos para sus distintos propósitos. Sin saberlo, Betty al aceptar, contra su voluntad, termina involucrándose cada vez más con Emily Parks y ambas explorarán un nuevo mundo respecto a sus sentimientos hacia la otra. Entre el drama, la vida, la fama y la música, ¿lograrán cruzar sus notas para estar en la misma sintonía?

Tal vez cuestión de química o conexión. La sensación de comodidad que abraza al alma y la condena a la unidad. A la rareza. A la libertad. La rudeza y la elegancia. La fuerza y la suavidad. Una verdad escondida entre sueños y estrellas disfrazadas de infinito. Y que el cariño multiplica, y que el amor puede atrapar. Amistad o amor. Confusión o seguridad. La plena comodidad que tiende a confundir, o asegurar.

En la vida a veces tuve que aprender a las mala lo difícil que era tener libre albedrío incluso para hacer algo insignificante como tomar una decisión. Debí aprender cada cosa, cada pequeña y mínima cosa para llegar a ser grande. Pero jamás aprendí a mover aquellas grandes cosas que me hacían sentir pequeña como aquella azul mirada. Aquella azul mirada a la que jamás fui inmune, la que jamás aprendí a devisar, o ignorar. Aprendí a manejar todo, menos todo lo que me provocaba. Aprendí a controlar cada emoción, menos aquellas que ella me producía.