"Nunca sabrás lo que oculta con una mirada." Sebastian Díaz es un chico normal, nunca había pasado nada fuera de lo común en su vida, pero él tiene una perspectiva diferente, nunca conoció a su padre, su madre lo educó desde bebé. ¿Qué pasa cuando conoces a alguien que siempre estuvo ahí pero no te diste cuenta? Valeria Carter es esa chica. La chica callada, solitaria. Todos piensan que esta es la típica historia entre un chico popular y la marginada. Pero no. Valeria es una chica con un misterio, el cuál no debería ser ignorado. Pero lo es, hasta cuando se vuelve demasiado tarde....

Sólo necesito que los ojos de esa chica dejen de enamorarme.

A sus tan sólo 17 años de vida Evolet ha atravesado por el intento de suicidio en dos ocasiones, ambas en un lapso de menos de seis meses. Esta vez la tercera no será la vencida, ya que en su vida aparecerá Alejandro, un chico que entorpecerá las cosas y que será el amor de su vida... o lo que quede de ella. ¿Qué pasará cuando tenga que lidiar con el amor? ¿Podrá luchar contra todas sus inseguridades o habrá algo más allá de las palabras que le impida ser feliz? ** Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, en cualquier forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, óptico, por fotocopia, registros u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del autor de la obra. Historia GANADORA DEL PRIMER LUGAR en: ••Concurso Titanium ••Pinkie Awards Historia GANADORA DEL TERCER LUGAR: ••Premios Diamond

¿Que pasa si un día te levantas y todo ha cambiado? ¿Qué pada si un día te levantas y ya nada es como antes? ¿ Qué pasa si un día te levantas en un hospital? Esta es la historia de TN, que ahora que todo se ha derrumbado tiene dos propósitos seguir adelante y conocer a ese chico de la habitación de al lado.

-Y, ¿cómo te llamas?- preguntó ella tímida. «Oh, tan tímida» pensó él. -¿Cómo crees que me llamo? -Pues... No sé... -Mírame a los ojos, niña. Ella lo hizo, y murmuró: -Keith- volvió a bajar la vista, avergonzada, y añadió-: Tienes... cara de Keith. -Entonces me llamo Keith. -Yo soy... -No necesito saberlo, con niña me vale.

Porque no todos pintan en lienzo ni con pincel. Y, algunos cuadros, D U E L E N

Tuviste tantos nombres como letras tiene el abecedario. Porque tú no eras infinita. Tú elegiste no serlo.