¿Por qué yo?
No sentía mi cuerpo. Notaba el líquido en mi boca y mi nariz. Su sabor metálico me confirmaba que era sangre. Mi respiración era irregular, pero aun así le pregunté. -¿Por qué yo? Su sonrisa me producía nauseas. -Siempre fuiste y serás tú. #168 en la categoría de suspense 10/01/19