Hola, vecino... ¿Tienes sal?
Cuando tu vecino es un dios griego digno de ser alabado como se merece y deseas desesperadamente hablar con él, no se te ocurre otra cosa que llamar a su puerta y pedirle sal.
Cuando tu vecino es un dios griego digno de ser alabado como se merece y deseas desesperadamente hablar con él, no se te ocurre otra cosa que llamar a su puerta y pedirle sal.
La vida de Ella Lincoln acaba de volverse mucho más complicada, aún así el anónimo idiota, pero extrañamente encantador, le sigue enviando mensajes a una hora exacta. © bateaux || traducción: biebsakamine
Una chica con carácter fuerte y ganas de diversión, viviendo en una casa llena de jóvenes que les gusta parrandear, follar y andar desnudos las 24 horas del día. No suena bien, ¿no? {Obra registrada en SafeCreative bajo el código de 1412112752989. Todos los derechos reservados. Prohibido su plagio total o parcial}.