Ella siempre quiso ser libre y creía haberlo conseguido con la ayuda de sus zapatillas de baile. Sin embargo la libertad es algo muy relativo y hay demasiadas cosas que influyen para poder sentirte "libre". Si creía que había encontrado la calma se equivocaba. Él solo huía de la realidad pero en algún momento se tendría que enfrentar a ella. Ambos estaban rotos, ambos detestaban su pasado pero ella no detestaba la vida. De alguna manera se ayudarían el uno al otro pero las cosas no resultan ser tan fáciles después de todo. Cuando parece que lo tienes en la mano al fin, todo se disuelve como polvo entre los dedos. Él aún no ha aprendido que la solución no es huir de la realidad, ella nunca pensó que podría vivir algo así. Antes de clasificar esta historia como cliché, simplemente, lee.