Colin y Stuar son las dos caras de una misma moneda. Stuar creció con padres amorosos pero su relación con sus hermanos era peor que la de Corea del Sur con Corea del Norte, en cambio Colin nunca pudo reconocer a sus padres como tales, ellos eran monstruos que lo habían traído a este mundo a sufrí, lo único que le permitía seguir con esta vida era sus hermanas a las cuales había prometido proteger como si fuera su escudo. Ambos chicos se conocieron desde niños convirtiéndose en lo que el uno necesitaba del otro. Un sentimiento muy fuerte nació entre ellos dos, pero lo que no se imaginaban era que para que ese sentimiento que los unía prevaleciera primero deberían de aceptarse a sí mismos. Lo que queda de mí, nos cuenta la historia de dos jóvenes y su lucha interna para poder aceptar todos los años oscuro de su vida y de la no dependencia de alguien para poder ser feliz, pero sobre todo a aceptar la cicatrices causada por el dolor y la aceptación así mismos. Más allá de una historia de amor, es una historia de superación personal y el amor que se debe tener uno mismo.