Alba Reche es una joven camarera de 21 años. Ciertos errores en su vida han llevado a que viva casi esclavizada entre las cuatro paredes de su propia casa. Natalia Lacunza es una alma perdida. Ha perdido el trabajo cómo policía y únicamente vive por y para fumar y beber. ¿Podrán encontrarse y salvarse? Aviso: Contenido con violencia, agresiones sexuales y humillaciones. Si eres sensible no es una novela recomendada para ti.

No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

Contigo aprendí a vivir.

La mitad de su nuevo disco se ha filtrado a las redes sociales y Natalia tiene varias razones para pensar que su mayor rival en la industria discográfica, Alba Reche, tiene algo que ver. Alba y Natalia pertenecen a discográficas distintas, pero su futuro no podría estar más relacionado.

En mitad de un concierto, en pleno Summer Sound, Natalia encuentra la sonrisa más bonita del mundo. Su primer objetivo es conocer lo máximo posible a la dueña de esa sonrisa, pero el reloj y la distancia están jugando en su contra. Le quedan diez días, nueve noches y doce conciertos. ¿Será capaz de volver a encontrarla entre tanto ruido y una multitud de gente? (#1 en Albalia 1/01/19)

La vida de Natalia acababa de cambiar cuando conoció a Alba, y la de Alba llevaba demasiado tiempo siendo igual cuando se cruzó con Natalia. Por suerte, o no, conocerse sólo hizo que todo se desordenara. ¿Volver al lugar del que una vez decidiste huir y arriesgarlo todo, o escapar de alguien a quién no vas a poder olvidar por muy lejos que vayas?

La alocada y espontánea Mimi, aparentemente no tiene nada en común con la responsable y tranquila Ana. O por lo menos, eso parece cuando se conocen de vacaciones en Punta Cana. Así que en principio, lo que allí pase, allí se queda. Pero, ¿qué sucederá cuando sus caminos vuelvan a encontrarse inesperadamente en Madrid? [𝐸𝑠𝑐𝑟𝑖𝑡𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑑𝑖𝑐𝑖𝑒𝑚𝑏𝑟𝑒 𝟸𝟶𝟷𝟾 - 𝑚𝑎𝑟𝑧𝑜 𝟸𝟶𝟷𝟾]

(este no es un cuento para niños)

"Si para recobrar lo recobrado, tuve que perder primero lo perdido. Si para conseguir lo conseguido, tuve que soportar lo soportado. Si para estar ahora enamorada, fue menester haber estado herida. Tengo por bien sufrido lo sufrido. Tengo por bien llorado lo llorado. Porque después de todo he comprobado, que no se goza bien de lo gozado sino después de haberlo padecido. Porque después de todo he comprendido, que lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado." Diez años después, Flor y Jazmín se enfrentan a un fantasma nuevo: amarse tanto y descubrir, por nuevas circunstancias, que la felicidad se hace de momentos y no de estados permanentes.

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