Ella no creía en el amor, su vida es una mierda, ella sólo quería morir, pero algo la detenia, no sabía que, hasta que conoció al chico perfecto para todas, pero el tenía secretos, secretos que le atraía a ella.
El secreto de nuestro amor, quedó atrapado en un pequeño café de la Quinta Avenida, en que nuestras almas aunque separas se convirtieron en una sola, por y para siempre.
Y en ese mismo instante comprendí que no era de él de quién estaba enamorada, sino de su fugaz recuerdo.