Red Lipstick.
Él no sabía nada de ella, pero tampoco le hacía falta para quererla. Sus nombres cayeron en el olvido hace ya tiempo. Pero lo que jamás caería en el olvido era las marcas de pintalabios rojo en sus camisas, en su cuello. Eso era lo que le quedaba de ella, los restos de pintalabios rojo.